Capítulo 5

(Punto de vista de Kiyoshi)

Han pasado casi dos meses desde que le dije a Minty lo que sentía, desde que besé por primera vez esos labios tan bonitos.

Hemos estado genial, aunque no hemos vuelto a hablar del tema. Hemos seguido quedando como siempre, los 3, porque obviamente Minty también está con nosotros en todo, ella para Maya es la cosita más especial del mundo y si a ella le hace feliz, yo me encargaré de cuidarla y protegerla para siempre. Además de que es una perra adorable.

A pesar de no haber cerrado nada, entre Maya y yo no ha faltado el tonteo, siempre estaba picándola con algo, sin molestarla claro, ante todo, la respeto, no solo por ser una mujer que me de un poco de miedito por su fuerte carácter 😅, si no por que es una mujer súper fuerte, súper valiente y luchadora. La admiro la verdad, desde que llegó a Oasis Springs no ha parado de luchar por salir adelante.

Según me ha contado, últimamente está muy fustrada, no consigue avanzar en el trabajo aunque esté dando el 200%, sin embargo otros compañeros si lo hacen. No consigue continuar su cohete debido a que algunas piezas no le encajan como deberían y se siente inútil por eso, lo que no sabe es que no lo es.

Y por si mi pobre princesa tenía poco en lo que pensar, su “mejor amigo” Connor ha decidido desaparecer de su vida. Según Maya, no coge el teléfono, no responde los mensajes y ni si quiera se ha molestado en pasar a saludar, y eso que vive al lado… 😒🙄 ¿Para eso le dice que le gusta? ¿Para soltar la bomba y desaparecer sin pensar en las consecuencias? En fin… Él se lo pierde porque Maya es una mujer espectacular de los pies a la cabeza.

Por esto mismo, he decidido planear un viaje a una casita rural en medio de la nada, sé que necesita desconectar, pero por ella misma no lo va a hacer, es demasiado tozuda. Así que, con ayuda de Minty (ella ha elegido la casa) hemos organizado un viaje a Villagallina de la Bolsona, el lugar idóneo para perderse y olvidarse de todos los problemas. Prometo hacer de esta de vacaciones la mejor semana de Maya.

(se me olvidó hacerle una foto a Kiyoshi hablando por teléfono así que se la hice a Maya 😅, soy súper despistada, perdón jeje)

K: Hola guapa, estás lista?

M: sí, pero me gustaría saber a donde vamos… Sabes que me pone muy nerviosa no controlar las cosas

K: lo sé lo sé, pero déjame a mi controlarlo todo porfa, solo esta vez

M: puff… está bien, pero porque eres tú eh

Maya soltó una risita, me encanta oírla reír, de verdad, soy muy cursi, ya lo sé, pero es que soy un romántico empedernido y no puedo evitarlo.

K: pasó a por ti en 5 minutos, que tengo que recoger unas últimas cosas.

M: hasta ahora.

Efectivamente, tras 5 minutos estaba en la puerta de su casa, dispuesto a llevar a Maya y a Minty a Villagallina. Nos esperaba un viaje muy largo en coche, por suerte, conducíamos los dos así que podíamos turnarnos.

---

Kiyoshi llevaba conduciendo casi 6 horas y ya era hora de que descansara. Está haciendo demasiadas cosas por mi que no sé si me merezco, pero ahora me toca a mi conducir y a él descansar.

M: Kiyoshi, porfa, para en cuanto puedas y conduzco yo, estás muy cansado y llevas muchísimo rato conduciendo

K: mmmm vale, pero solo porque se que si no te dejo no vas a parar de decírmelo hasta que lleguemos.

Le miré de forma pícara, evidentemente si no me hacía caso no iba a parar de decírselo, si algo me caracteriza es que soy demasiado cabezota.

A los 15 minutos, Kiyoshi encontró un sitio para parar a descansar. Estuvimos 20 minutitos descansando y esperando a que Minty estirara las patas e hiciera sus necesidades, la pobre se está portando genial en el viaje.

Cuando me quise dar cuenta ya llevaba dos horas y media conduciendo “Madre mía sí que está lejos el sitio” pensé, pero bueno, seguro que merece la pena. Kiyoshi llevaba durmiendo el mismo tiempo que yo llevaba conduciendo. Es tan guapo… Me gusta muchísimo y espero que esta semana con él no estropee las cosas. Estoy un poco cagada la verdad, pero quien no arriesga no gana.

Después de otras 2 horas conduciendo (10 horas y media en total), por fin hemos llegado al sitio, no me lo puedo creer, este sitio es precioso😍.

Al salir del coche, Kiyoshi y yo no pudimos evitar quedarnos boquiabiertos con las vistas.

K: bienvenida a Villagallina de la Bolsona princesa, ¿una foto?

M: esto… si si claro, perdón, estaba observando esta maravilla de paisaje

Estuvimos el resto de la tarde-noche sentados en un banco que había enfrente de la casa. Sinceramente, no tengo palabras para describir lo que estoy sintiendo ahora mismo, estoy en un sitio precioso, con un chico precioso que me cuida genial y con mi mejor amiga. Estoy realmente feliz.

Aunque Kiyoshi y yo no éramos nada serio, lo parecíamos, siempre estábamos tonteando y dándonos besos. Le quiero, pero no sé si estoy preparada para que alguien entre en mi corazón, no quiero que me hagan daño.

K: menuda cara de boba se te ha quedado nada más llegar Maya, estabas guapísima, pero me ha hecho mucha gracia, ni que nunca hubieras visto campo

M: la verdad que no😅 vengo de San Myshuno y vivimos en el desierto XD pero bueno, que sepas que tú también tenías una cara de bobo muy graciosa, entre bobo y dormido jajajaja

Estuvimos abrazados un buen rato la verdad, pero con él el tiempo se para el tiempo por completo.

Kiyoshi fue corriendo dentro de casa, la verdad es que ni me había molestado en entrar a verla, me paso los días en casa o en el laboratorio así que nadie iba a moverme de aquel banco salvo por una causa justificada, así que me puse a jugar con Minty.

---

Al volver, ahí estaba ella, con su mejor amiga, haciendo lo que le hacía realmente feliz, jugar con ella.

De verdad que no sabéis lo que siento cada vez que la miro, creo que me estoy enamorando de ella y no me pasa esto desde… Bueno da igual, lo importante es que estoy aquí y ahora con ella.

Maya y yo nos pusimos a ver el atardecer, desde luego internet tenía razón, Villagallina tenía las mejores vistas de todo el Simmundo.

Me giré un momento a mirar a Maya, estaba con cara triste y no podía permitir eso.

K: ¿Qué pasa princesa? ¿porqué tienes esa cara tan larga?

M: no sé Kiyoshi, todo esto es demasiado y no se si me lo merezco… sabes que nunca nadie ha hecho nada por mi y siempre he pensado que era por mi culpa y ahora tú preparas este viaje tan bonito y no sé… tampoco quiero que se estropee nada entre nosotros… Siento que estarías mejor con otra persona antes que conmigo…

La besé, llevábamos meses así pero aún no me había acostumbrado a sus labios, cada vez que me tocaba o me rozaba se me ponían los vellos de punta. Me gusta mucho.

Al rato ya era de noche y nos tumbamos a ver las estrellas.

Pronto volvimos a casa, teníamos mucha hambre así que mientras Maya se duchaba y se cambiaba yo me he puesto a preparar unos onigiris, me estoy acostumbrando a esto del vegetarianismo, aunque no se me da del todo bien cocinar 😅

Después de cenar, Maya volvió al baño, tenía que hacer algo de una skincare, no sé, mi madre nunca me explicó las cosas que se hacían las chicas (y los chicos también, mi padre se lo hacía) antes de dormir, así que yo me senté con Minty a charlar un rato con ella. Es bastante reconfortante hablar con alguien que sabes que hagas lo que hagas no va a juzgarte.

K: ¿Tú que crees preciosa, si la pido salir me dirá que sí? Espero que sí la verdad.

Cuando Maya bajó, me quedé sin palabras, estaba preciosa, llevaba el pijama, pero nunca la había visto más allá de la ropa de calle. Era hermosa de verdad, y estaba allí, conmigo, a solas… no sé si podré aguantarme las ganas de hacerla mía… Pero lo haré si a ella le cuesta dar el paso, siempre hay que respetar las decisiones de la gente.

M; si queremos ir mañana de picnic, deberíamos hacer ya la comida y así mañana madrugamos

K: está bien, pero relájate, yo me encargo de todo si? Además, no si podré cocinar con semejante bombón a mi lado.

Maya se sonrojó muchísimo, a lo mejor me estaba pasando, pero sinceramente, no era yo el que hablaba si no mi corazón.

Nos pusimos a cocinar juntos, pero la cocina no es lo mío así que yo me puse a jugar con Minty.

Al acabar de cocinar, Maya y yo nos besamos. Mañana era el día en el que le iba a pedir ser mi novia y estaba bastante nervioso.

Nos fuimos a dormir a una habitación que realmente no era la nuestra, pero no podíamos dormir en la nuestra porque había preparado algo especial.