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Capítulo 11: Por fin

  • Foto del escritor: Sara Simmer
    Sara Simmer
  • 12 jul 2021
  • 7 Min. de lectura

Suryan volvió corriendo a casa, con ganas de hablar con su hermana. Esas ganas la ponían bastante feliz, por fin tenía ganas de hablar con ella después de tanto tiempo.

−¡LUAN!

Luan estaba en el salón y del susto se le calló el mando de la tele.

−¿Qué pasa Suryan? −Luan estaba bastante triste por lo que le habían contado Sarah y Scott.

−Tengo que hablar contigo−Suryan fue corriendo a sentarse en el sofá junto a su hermana.

−Yo también…

−Oye, ¿qué te pasa? ¿estás bien?

−De hecho, no… Tengo que contarte algo sobre Gerald y papá y mamá…

−Yo también−pero, aunque ambas iban a hablar del mismo tema, cada una lo haría desde una perspectiva distinta−pero tú primero

−A ver… Te lo voy a decir de golpe porque como lo alargue más no te lo digo… Gerald mató a papá y mamá…−Luan miró a su hermana, pero para su sorpresa esta se echó a reír−Suryan, no le veo la gracia…

−Perdón, no la tiene, pero es que Gerald no mató a papá y mamá

−Claro que sí, Sarah y Scott me lo han contado todo… Sobre la maldición, sobre papá y mamá, sobre nosotras, sobre ti y Gerald…

−Sarah y Scott te han contado lo que ellos saben, yo acabo de estar en casa de Gerald y me lo ha contado todo. Gerald solo tenía a papá, pero cuando él se enamoró de mamá apartó a Gerald de su vida y eso a él le dolió tanto que no pudo controlar sus emociones y por eso surgió la maldición. Desde entonces, Gerald lleva buscando la forma de arreglarlo todo y de traer de vuelta a Alatar y Gwen

−Y como sabes que él dice la verdad, sabes que no me fio de él.

−Me lo dice mi intuición Luan, tenemos que confiar en él…. No sé por qué, pero algo me dice que él nos puede ayudar a traerlos de vuelta…

−Confío en ti, pero como haga algo raro o no nos traiga a papá y a mamá de vuelta, lo mato.

−No creo que haga falta ser tan drástica, pero vale…Me voy a dormir, mañana nos espera un día duro

Suryan se fue a dormir, quería estar descansada para mañana. Mañana era el gran día, por fin iban a traer a sus padres de vuelta.

Sin embargo, Luan se quedó pensativa en el salón.

−Ay Suryan… Espero que tengas razón con Gerald porque si no…

Luan se quedó dormida en el sofá.

A pesar de que ambas se querían mucho, aún estaban muy distantes… La maldición estaba haciendo bastante efecto en ellas, aunque a veces tuvieran ratitos de llevarse genial, en el fondo todavía seguían sin ganas de estar juntas ni de hablar.

A la mañana, Suryan madrugó mucho, se levantó a eso de las 7 de la mañana, estaba nerviosa. Su intuición la fallaba algunas veces, pero hoy estaba segurísima de que todo iba a salir bien. Bajó al salón y despertó a Luan.

−Luan, vamos vístete. Hoy vamos a recuperar a papá y a mamá

Suryan no tardo en llamar a Sarah, Scott y Gerald. Al ver a Scott y Gerald juntos no pudo evitar recordar la pelea de ayer, ambos seguían con las heridas en la cara y eso le dolió bastante.

−Suryan… ¿Qué hacemos aquí tan pronto? −Scott estaba cansado, entre la paliza de ayer y que no le gusta madrugar, se notaba las pocas ganas que tenía de estar en la casa de las hermanas.

Luan fue a darle un beso a Sarah

−Buenos días guapa, ¿qué está pasando?

−Luan dice que hoy vamos a traer de nuevo a nuestros padres…

Sarah no dijo nada, no confiaba mucho en que pudieran hacerlo, pero esperaba que sí, echaba mucho de menos a sus amigos

Gerald no dijo nada, se limitó a mirar a Suryan y prestar atención a sus palabras.

−Bueno, os he llamado tan pronto porque hoy vamos a traer de vuelta a Alatar y Gwen

− ¿Y cómo vais a hacer eso?

−Vamos Scott, vamos a traerlos de vuelta los 5. Luan y yo no sabemos aún los últimos dos hechizos que nos faltan, pero hay alguien que sí los sabe porque ha estado intentado buscar una solución durante todo este tiempo−Suryan miró a Gerald y todos se giraron a verle

−¿Por qué me miráis todos?

−Porque tú has estado investigando todo este tiempo como acabar con la maldición, pero no has encontrado una solución efectiva para acabar con ella, porque el núcleo de la maldición es el odio y el odio solo se acaba con el perdón de la gente a la que has hecho daño

−Suryan, no me voy a poner a pedirle perdón a todo el mundo, la gente no me importa una mierda sinceramente.

−Ya lo sé, pero es que no tienes que pedirle perdón a todo el mundo, solo a Alatar y Gwen. Ellos han sido los más afectados por la maldición, si conseguimos traerlos de vuelta y que hables con ellos, todo se arreglará, lo demostramos el otro día cuando estuvimos juntos Gerald, el amor puede con todo y si la otra noche conseguimos que el Reino Mágico volviera a confiar en las relaciones, los 5 podemos hacer que esta maldición no vuelva nunca más

Todos se quedaron sin palabras ante las palabras de Suryan

−Suryan… Te quiero mucho y lo sabes, eres mi hermana, pero a veces eres muy ingenua, no creo que…

−No, Suryan tiene razón. Si Gerald pide perdón a las dos personas más perjudicadas por la maldición, todo se acabará, todo el mundo podrá tener relaciones de cualquier tipo y vosotras dos podréis volver a ser las hermanas super amigas que habéis sido siempre−Sarah había comprendido a la perfección el plan de Suryan y ambas estaban convencidas de lo que iban a hacer

− ¿Confiáis en nosotras?

Nadie dijo nada, solo se limitaron a darse las manos. Eran un equipo y hoy iban a acabar con la maldición que ha causado tantísimo daño al Reino Mágico y sus habitantes.

−¿Y cómo se supone que lo vamos a hacer sin que sepáis los hechizos? −Scott, a pesar de que confiaba plenamente en Suryan, no lo hacía en Gerald, y sin los hechizos que supuestamente el sabía, no habría plan.

−Gerald los sabe, él lo ha intentado varias veces, pero no ha funcionado porque esos hechizos solo funcionan si se hacen juntos. Gerald, ¿nos ayudas?

Gerald miró a Suryan y vio la ilusión en sus ojos. Claro que la iba a ayudar a recuperar a sus padres.

−Sí, os ayudo

Suryan no pudo evitar darle un abrazo a Gerald.

−Gracias−Suryan sonrió y le dio un beso en la mejilla

Scott estaba delante y al verlo, se le encogió el corazón. Estaba enamorado de Suryan, pero no podía hacer nada porque sabía que a ella le gustaba Gerald. Sarah notó la tristeza de su amigo y le abrazó.

−Bueno, dejémonos de tonterías moñas y pongámonos manos a la obra. Scott y Suryan, sois los más aptos para preparar la poción de inmortalidad, así que vosotros dos os iréis al caldero a prepararla −Gerald le dio la receta a Suryan. Necesitaban esa poción para poder evitar cualquier tipo de error en la resurrección de sus padres−Sarah y Luan, vosotras dos vais a intentar controlar el Desenmortis y yo practicaré el Espectrum para poder traerlos de vuelta en forma de fantasma. Una vez sean fantasmas, vosotras dos lanzaréis el hechizo y por último, Suryan y Scott les darán la poción a los dos.

Todos asintieron, Sarah y Luan salieron al jardín a practicar y Suryan y Scott se fueron al caldero.

Pasó aproximadamente una hora, Suryan y Scott ya tenían preparadas las pociones, Sarah y Luan ya sabían el hechizo y Gerald estaba preparado.

Suryan estaba preocupada por Gerald, así que, antes de que todos se agruparan para poner en marcha el plan, fue a verle.

−Hola

−Hola Suryan, ¿ya lo tenéis todo?

−Sí, pero no vengo a hablar de eso

Suryan no sabía cómo animar a Gerald, ella sabía que todo iba a salir bien y que sus padres por fin estarían con ellas. Además, sabía que siempre iba a estar con Gerald, no sabía por qué, pero él era el final de su hilo rojo.

Después del beso, Gerald y Suryan entraron a la casa, Scott, Sarah y Luan les estaban esperando.

−¿Estáis todos listos? −Suryan estaba realmente emocionada, confiaba plenamente en todos y cada uno de sus amigos.

−Sí, solo espero que salga bien, no hemos practicado casi el hechizo Suryan…

−Luan, todo va a salir bien, confío en vosotros al 100%

Las hermanas se abrazaron y salieron al jardín.

−Chicas, suerte−Sarah besó a Luan y Scott abrazó a Suryan. Los 3 sabios se retiraron un poco para dejar espacio a las hermanas. Estaban nerviosos, incluido Gerald, él no era de mostrar sus emociones, pero Suryan iba a hacer algo muy arriesgado y el hecho de que le pasara cualquier cosa le asustaba.

De pronto, Suryan se quedó bloqueada, la chica alegre que había estado animando a todos se había quedado paralizada. La invadía las dudas, necesitaba que saliera bien, necesitaba a sus padres, pero, sobre todo, a su hermana.

−Suryan, ¿estás bien?

−No puedo hacerlo Luan, no puedo….

Luan le cogió la mano a su hermana, ella confiaba plenamente en Suryan y sabía que esto era lo más importante para las dos, llevaban casi un año preparándose para esto.

−Lo haré yo

Luan lanzó Espectrum y de pronto aparecieron los fantasmas de Alatar y Gwen

Todos se quedaron en shock, el plan estaba funcionando, sus padres estaban ahí, solo faltaba una cosa más…

Luan dio el primer paso, solo le quedaba fuerza para revivir a uno de sus padres.

−¡DESENMORTIS! −Luan empleó todas sus fuerzas, necesitaba recuperar a su madre y lo consiguió. Gwen había vuelto a la vida.

Era el turno de Suryan, pero esta no podía. Todos la dejaron espacio y se fueron dentro de la casa. Solo estaban ella y su padre. No podía hablar con él, pero sabía que él confiaba en ella.

−Allá voy papá

Lo consiguió.

Luan y Gwen se acercaron a Alatar y Suryan. Por fin estaban los 4 juntos de nuevo.

Alatar fue en busca de Gerald. Ambos necesitaban hablar.

Alatar no le guardaba rencor a Gerald. Al revés, estaba agradecido por todo lo que había intentado hacer para devolverle la vida.

Sin embargo, Gerald estaba avergonzado y nervioso. Necesitaba el perdón de Alatar para volver a ser feliz.

Alatar y Gerald se fundieron en un abrazo y en ese instante, la maldición desapareció para siempre.

Suryan y Luan recuperaron el amor que se tenían. Alatar y Gerald volvieron a ser aquellos amigos que se atrevían con todo. Gwen y Sarah no pararon de hablar durante horas. Scott consiguió perdonar a Gerald, por fin se dio cuenta de que fue un error y no un asesinato premeditado.

Todos consiguieron sus objetivos. Ahora toca que vivan sus vidas y que disfruten, por fin eran libres y por fin podían tener amistades y relaciones románticas.

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