top of page
Foto del escritorSara Simmer

Capítulo 9: La verdad

A la mañana siguiente, antes de salir, se hizo a ella misma el hechizo que Scott le había enseñado para cambiarse de ropa. Cuando Suryan llegó a casa, Luan la estaba esperando. La regañó por no haber vuelto a casa.

A Suryan le enfadó mucho lo que acababa de decir su hermana, el día anterior estuvo todo el día practicando con Scott, solo le faltaba aprender la poción de inmortalidad.

En ese momento, Luan no supo que decir. Aún la faltaba el último hechizo, el más importante.

Suryan se cansó de seguir peleando con su hermana así que decidió subir a su habitación. Scott, Sarah y Luan no tenían razón, Gerald no era peligroso.

Sarah, que lo escuchó todo, bajó enseguida a ver a Luan

−Ey, buenos días ¿qué eran todos esos gritos?

− Suryan ha pasado la noche con Gerald

−Voy a hacer el desayuno, ¿vienes?

−Sí, voy enseguida

“Si Suryan y Gerald pasaron la noche juntos, eso explicaría lo que pasó en el Reino Mágico y entonces Scott tendría razón y la maldición la provocó Gerald” Sarah estuvo un rato pensando en lo que le acababa de decir Luan así que decidió llamar a Scott, pero este estaba en el Reino Mágico así que decidió ir allí cuanto antes, tenían que hablar.

−Luan, tengo que ir al Reino Mágico, ¿nos vemos allí vale?

−Vale, en un rato voy−Luan y Sarah se despidieron con un beso y Sarah se teletransportó al palacio, tenía mucha prisa.

−Sarah, menos mal que has venido. El Reino Mágico está súper alborotado, la gente está muy feliz, los novios ya pueden besarse en público, los niños están haciendo amigos… Encima anoche hubo una onda expansiva extrañísima

−Lo sé Scott, Suryan y Gerald pasaron la noche juntos

−Co…¿!Cómo?!

−Lo siento… Sé que Suryan te gustaba mucho

Sarah tenía razón, Scott estaba enamorado de Suryan

−Mis sentimientos dan igual, ósea que, si anoche Gerald estuvo con Suryan y la onda expansiva ocurrió al mismo tiempo… ¿! Gerald es el que provocó la maldición y entonces el que mató a Gwen y Alatar?!

Sarah asintió, quería mucho a Scott, pero odiaba darle la razón.

−Eso me temo…

−Tenemos que avisar a Luan y Suryan

−No, a Suryan no, no todavía. Si no se lo decimos, seguirá viendo a Gerald y la maldición no aparecerá… De hecho, no podemos contárselo a Luan tampoco, si se lo contamos intentará separar a Suryan de Gerald. Hay que investigar bien lo que está pasando con la maldición antes de decir nada.

Scott no quería mentir a Suryan, pero Sarah tenía razón.

Pasó casi un mes desde que Sarah y Scott llegaron a la conclusión de que Gerald era el centro de la maldición. Durante estos 30 días no han parado de estudiar todos los tomos mágicos habidos y por haber. A Sarah le costó mucho mantener el secreto, vivía con las hermanas y estaba enamorada de Luan, lo que lo hacía el doble de difícil.

Durante este mes, Suryan y Luan no pararon de discutir, todos los días discutían por cualquier cosa, a veces porque se les quemaba una tostada, otras porque no les salían los hechizos y otras, simplemente, por que se cruzaban por casa. Sarah no aguantaba más ver como la relación tan bonita que tenían ambas hermanas se iba destrozando por culpa de la maldición. Mientras el Reino Mágico volvía poco a poco a la normalidad, aunque todavía había efectos de la maldición, las hermanas Firefly se iban distanciando cada vez más.

Ese día, en el palacio del Reino Mágico, Sarah habló con Scott.

−Scott, creo que es el momento de contarle la verdad a Luan, llevo un mes viendo como destroza su relación con su hermana y me está rompiendo el corazón.

Scott abrazó a su amiga, él también había visto como las hermanas se separaban, pero sabía que la peor parte se la llevaba Sarah, no solo tenía que mentir a su “novia” si no que encima vivía con ellas.

−Llámala, se lo diremos ahora.

Sarah asintió y llamó a Luan. Esta tardo casi una hora en llegar al Reino Mágico.

−Hola chicos, ¿qué pasa?

−Vamos abajo y te lo explicamos mejor.

Esa frase de Sarah la preocupó bastante, tanto ella como Scott estaban más serios de lo normal.

Al llegar a la sala de entrenamientos, se sentaron en el sofá para hablar más cómodamente.

−Vale a ver, esto es un poco difícil de asimilar y si quieres que paremos nos los dices ¿vale?

−Me estáis asustando chicos…

Sarah miró a Scott, no estaba preparada para contarle a Luan la verdad, la quería y no quería hacerle daño

−Vale−Scott entendió la mirada de Sarah y supo que le tocaba a él contarlo− Tus padres no murieron por un rayo, como ya sabrás, murieron a causa de una maldición que provocaba que todos aquellos magos que tuvieran cualquier tipo de relación se odiaran hasta el punto de matarse−Luan asintió a lo que dijo Scott, eso ya lo sabía, lo había leído en el libro−Bueno pues nunca se supo quien lanzó esa maldición, hasta la noche que Suryan estuvo con Gerald. La maldición fue lanzada por Gerald, así que él mató a vuestros padres.

La cara de Luan en esos momentos era de dolor, rabia y ganas de matar a Gerald.

-Lo sabía…

Sarah, al verle la cara a su chica, le cogió la mano y siguió ella con la historia.

−La noche que tu hermana estuvo con él, el Reino Mágico sufrió una onda expansiva, pero no de las que acaban con todo, esta trajo paz. Desde ese día la gente puede tener relaciones normales, hacer amigos o casarse.

− ¿Me estáis diciendo que Gerald provocó la muerte de mis padres y que mi hermana ha conseguido acabar con la maldición?

−Lo primero sí, lo segundo no estamos seguros todavía. Por eso, Suryan no puede saber nada sobre Gerald, creemos que, si se separa de él, la maldición volverá.

−¿Y quién va a proteger a mi hermana? No pienso dejar que siga viendo a ese monstruo…

−Luan, sabemos que estás enfadada

−¿!Enfadada?! Eso se queda corto… Quiero matar a ese hijo de puta por hacer lo que hizo…

−Luan, no puedes matar a Gerald. Él tuvo la culpa de la maldición y de las muertes de tus padres, sí, pero las maldiciones no se pueden provocar adrede, las maldiciones surgen de un sentimiento tan grande que el hechicero no puede contener dentro de sí.

−Me da igual lo que sintiera ese ser asqueroso que ha estado viendo a mi hermana…

Luan tenía razón, durante todo ese mes, Suryan estaba casi siempre en casa de Gerald. Suryan no sabía por qué, pero allí se sentía a salvo del mundo.

−Luan, por favor, no hagas nada, déjanoslo a nosotros…

−Vale… Podéis explicármelo un poco mejor, ¿por favor?

Sarah miró a Scott, ninguno de los dos sabía cómo explicarle a Luan lo que estaba pasando. Las maldiciones eran muy complejas de entender y ni siquiera los grandes sabios como ellos alcanzaban a entenderlas por completo.

Sin embargo, Suryan y Luan habían demostrado su gran capacidad para la magia, habían llegado hace casi un año y ya sabían dominar todo tipo de magia y de pociones, salvo los hechizos más complejos, pero Sarah y Scott sabían que no iban a tardar mucho en aprenderlos. Se notaba que eran las hijas de Alatar y Gwen, su destreza, su valentía, su curiosidad, los dos sabios veían reflejados a sus amigos en sus hijas, “Estarían muy orgullosos de haberlas visto crecer en tan poco tiempo” pensó Sarah.

−¿Hola? ¿Seguís aquí conmigo u os ha comido la lengua el gato?

Sarah y Scott no se habían dado cuenta de que no habían respondido a Luan.

−Eh, sí sí, estamos aquí

−Bien, pues explicadme por favor que está pasando y porque tengo que dejar que el asesino de mis padres siga con mi hermana

Scott cogió aire, era el mejor escogiendo las palabras perfectas para explicar las cosas serias.

−Bien, pero por favor, déjame contártelo todo de golpe

Luan asintió

−Como ya os hemos dicho, las maldiciones no funcionan como los hechizos, éstas funcionan con las emociones más fuertes, por ejemplo, el odio que le tiene Gerald al amor. Al ser emociones muy fuertes, ningún mago puede contenerlas dentro y por eso se desarrollan las maldiciones, por ello, los 3 sabios nos encargamos de mantener la paz en el Reino Mágico, para que todos sus habitantes puedan controlar sus emociones y evitar que alguien las desarrolle más de la cuenta. Sin embargo, cuando esa emoción se va, la maldición se va con ella y por tanto deja de existir. El caso de Gerald es mucho más exagerado que lo que estamos acostumbrados a ver, por eso llevamos tantísimos años sin poder deshacer la maldición.

−¿Y qué pinta mi hermana en todo esto? Ella no tiene la culpa de que Gerald sea un rencoroso de mierda

Scott miró muy serio a Luan. A pesar de que no le caía bien, habían sido muy buenos amigos y, junto con Alatar, Gwen y Sarah, habían vivido muchas cosas juntos.

−Perdón, continua

−Tu hermana pinta en esto en que creemos que Gerald está enamorado de ella, por eso la maldición está empezando a desaparecer. Sin embargo, también tiene su lado malo y es que, como sois gemelas, que Gerald esté enamorado de Suryan nos libra de la maldición a todos los demás, pero os afecta de lleno a vosotras, no con las relaciones externas como Sarah y tú, si no con vuestra propia relación. Por eso lleváis tanto sin hablaros y por eso discutís. Por eso tú y Sarah habéis podido empezar una relación, el hecho de teneros aquí y de que Gerald conociera a Suryan ha permitido que la gente vuelva creer en el amor y la amistad.

−Cuando llegamos nos dijisteis que la maldición no nos podía afectar a nosotras− Luan se estaba enfadando cada vez más, a pesar de que lo entendía todo, no podía evitar sentir rabia de ver como su hermana estaba con Gerald e impotencia al pensar en perderla.

−Ya lo sabemos Luan, pero como ha dicho Scott, esta maldición es diferente. Es mucho más fuerte que las demás y que tu hermana esté implicada de lleno en la solución para la maldición os complica las cosas a vosotras.

A Luan se le quitó la rabia por un momento, pero le invadió la tristeza. El hecho de imaginarse la vida sin su hermana la mataba. No podía vivir sin ella, a pesar de haber estado todo un mes entero discutiendo día sí y día también, en el fondo de su corazón la quería más que a nada en el mundo. Pero todo lo que le estaban contando Sarah y Scott explicaban por qué ninguna de las dos tenía ganas de estar juntas. No pudo evitar empezar a llorar.

−Ey, pequeña−Sarah abrazó a Luan, tanto ella como Scott podían notar la tristeza que estaba invadiendo a Luan− Scott y yo nos vamos a encargar de arreglarlo todo, ¿vale? Ni tú vas a perder a tu hermana ni ella te va a pedir a ti. No pensamos dejar que la maldición destroce más vidas.

Luan se secó las lágrimas y se fue sin decir nada, llegó a casa, le quitó los libros a su hermana y se puso a estudiar. Necesitaba saber cómo podía acabar con Gerald y revivir a sus padres.

−Tenemos que encontrar una solución rápida Scott, no puedo ver cómo la maldición destroza las vidas de Suryan y Luan. Son demasiado importantes

−Ya lo sé Sarah, y créeme, me duele mucho que Suryan tenga que estar con Gerald para erradicar la maldición, realmente estaba enamorado de ella…

−Lo sé Scott, lo sé…−Sarah abrazó a su amigo. Ambos sabían que la maldición podría acabar con ellas, pero que Gerald no iba a permitir que a Suryan le pasara nada. Scott estaba enamorado de ella, pero, con lo que pasó la otra noche, le quedó claro que Suryan no sentía lo mismo por él y, a pesar de que le dolía mucho haber llegado a esa conclusión, Suryan le importaba demasiado como para privarla de ser feliz.

Mientras Luan estudiaba y Sarah y Scott planeaban como acabar definitivamente con la maldición, Suryan volvía a casa de Gerald para hablar con él.

Suryan no sabía muy bien que hacía allí, pero su instinto le decía que tenía que hablar con Gerald.

−Vale, otra vez aquí…−Suryan estaba nerviosa, la química que había entre ella y Suryan la asustaba y la atraía a la vez, pero necesitaba respuestas. Suryan no es tonta y, al igual que el resto del Reino Mágico, sintió la onda expansiva provocada por ella y Gerald.

Decidida, se disponía a llamar a la puerta, pero para su sorpresa estaba abierta.


16 visualizaciones2 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

2 Comments


ysi fer
ysi fer
Jul 08, 2021

Wow!! Y ahora como podran estar juntas ellas?? Pero jo fue el quien mato a sus padres?? 😭😭😭

Like

Marta Perez
Marta Perez
Jul 07, 2021

madre mia que interesante se puso esat historia😮😍

Like
bottom of page