Luan tenía razón, era tarde. Al llegar a casa, esta se fue a dormir en seguida, pero Suryan se quedó pensando en la llave que había encontrado.
Se levantó a leer un libro, pero al cogerlo, se dio cuenta de que detrás había una cerradura, introdujo la llave y descubrió una habitación secreta en su propia casa.
Lo que había en esa habitación eran objetos que no había visto nunca. Un caldero enorme en el centro de la sala fue lo que más llamó su atención.
Llamó a Luan, quien cuando vio lo que había en la sala no pudo evitar soltar un gritito.
Se acercó al mueble blanco sobre el que había dos cajas.
− “Esta varita y el orbe rojo son para Luan” – leyó la hermana en una etiqueta colocada encima de la caja marrón.
− “Esta varita y el orbe verde son para Suryan” −leyó en la etiqueta de la caja blanca.
−Vale vale, ¿Cómo que con para nosotras? Que es todo esto y porque estaba tras una puerta secreta− preguntó Suryan a su hermana un poco enfada
−No lo sé Luan, pero yo voy a coger la varita y el orbe rojo, los voy a guardar y mañana volvemos al sitio secreto, ¿te parece? Ya es tarde, llevamos mucho peso encima y deberíamos descansar
−Vale, pero mañana a primera hora volvemos a ese sitio
Cada hermana cogió sus respectivas cosas y se fueron a dormir.
A la mañana siguiente, las hermanas se despertaron muy cansadas, no durmieron nada.
− Buenos días Luan, ¿Qué tal has dormido?
− No he dormido nada, he estado toda la noche pensando en lo que pasó ayer…
−Yo también, estuve casi toda la noche mirando a ver si pasaba algo con el orbe verde
−Vamos− dijo de repente Luan
− ¿Qué?
−Pues eso, que atravesemos el portal y volvamos a ese sitio. No sé tú, pero yo quiero saber que está pasando aquí
−Yo también pero no sé Luan… ¿Y si nos pasa algo? Y si resulta ser peligroso y no podemos volver nunca más
−Suryan, déjate de “y si…” si no lo hacemos ahora no lo vamos a hacer nunca y tengo el presentimiento de que, si atravesamos ese portal, estaremos más cerca de papá y mamá
−Está bien, vamos
Las hermanas terminaron de desayunar y se prepararon para ir al Reino Mágico otra vez, pero ahora estaban dispuestas a cruzar las puertas de ese enorme palacio mágico.
−Allá vamos− Luan le cogió la mano a su hermana y juntas atravesaron las puertas del lugar, para su sorpresa, había 3 personas un tanto misteriosas esperándolas
−Hola, ¿Quiénes sois? −Dijo una mujer de pelo negro
−So…somos Sur…
−Yo soy Luan y ella, es mi hermana Suryan− Luan intervino para presentarse, sabía que su hermana era muy tímida
Para la sorpresa de las hermanas, la cara de las 3 personas que estaban enfrente de ellas no era de furia si no de asombro, aunque rápido lo disimularon
−Nosotros somos los 3 sabios de la magia, ¿Qué hacéis aquí? El portal solo lo pueden atravesar las personas mágicas− dijo el chico rubio que estaba al lado de la chica que las había saludado
Luan y Suryan se miraron sorprendidas, ¿Cómo que solo los seres mágicos podían atravesar el portal? ¿por qué estaban ellas allí? ¿acaso eran seres mágicos y no lo sabían?
−Vale, veo que tenéis muchas preguntas, pero antes, es hora de presentarnos formalmente. Hola, soy Sarah y soy la sabia de la magia práctica.
Las miradas de Luan y Suryan se cruzaron por un segundo, pero la magia, nunca mejor dicho, que sintieron las dos fue indescriptible.
−Yo soy Scott, el sabio de la magia indómita−dijo algo tímido el chico rubio.
Suryan lo miró fijamente, le fascinaban los tatuajes que tenían los 3 en la cara, pero quién más le llamó la atención fue un chico pelirrojo.
−Ejem…−dijo la Sarah mirando al chico pelirrojo
El chico la miró con un poco de desprecio.
−Ah sí, yo soy Gerald, el sabio de la magia pilla.
− ¿Magia pilla? No sabía que había hechizos para ese tipo de cosas
−Si las hay niña, ¿cómo te crees que aprendieron los magos de las películas a maldecir a la gente? −respondió Gerald en un tono serio
−Perdón…
−No te preocupes, es un borde y un maleducado−Sarah sonrió a Luan, quien automáticamente se tranquilizó.
−Vale−intervino Suryan después de procesar toda la información−O sea que sois seres mágicos y…
−Somos− dijo Scott− si vosotras estáis aquí es porque también lo sois
A Suryan le costó un momento encajar bien esa información, pero siguió hablando− Vale, somos seres mágicos y ¿tenemos poderes?
Scott y Sarah se rieron− Así es−dijo ella en un tono amable− pero esto no es como en las películas, aquí la magia hace daño de verdad y puede llegar a ser muy peligrosa…−se callaron un segundo, recordando lo que había pasado con los padres de las niñas− Pero también tiene su lado bueno, podemos hacer platos muy ricos en cuestión de segundos o podemos hacer pociones para que la gente sea inmortal o resucitar a alguien −Nada más acabar la frase, Sarah se dio cuenta de lo que había dicho. Scott la miraba con cara de susto, sabían que había metido la pata diciendo eso.
−Espera espera−dijo Luan− ¿Resucitar a alguien? −las hermanas se miraron y sonrieron
−Emm…
−Ese hechizo solo lo pueden usar los más poderosos y los que tengan un control total sobre sus poderes, en caso contrario, podría acabar muy mal…
Suryan y Luan ignoraron lo que había dicho Scott, acababan de descubrir que tenían poderes y que podrían resucitar a sus padres.
− ¡Qué guay! −Suryan estaba tan emocionada que no pudo evitar dar un saltito de alegría, la cual se le quitó cuando se dio cuenta de que Gerald la estaba mirando. Ese chico intimidaba mucho
−Una última cosa, tenéis que evitar por cualquier circunstancia tener relaciones con cualquier otro sim, bajo ningún concepto podéis tener amigos o pareja, está terminantemente prohibido−Dijo el chico rubio un tanto preocupado
−Pero, ¿vosotros no sois amigos? −Dijo Luan muy seria
−No, solo hacemos nuestro trabajo, pero los magos y brujas no podemos tener amigos ni cualquier otro tipo de relación
− ¿Por qué? −Intervino Suryan−Nosotras dos somos hermanas y amigas… ¿Vamos a tener que separarnos?
−No no no, tranquilas, vosotras sois familia, es normal que os llevéis bien, lo que tenéis que evitar a toda costa es discutir. Cualquier tipo de discusión, por más mínima que sea, puede acabar con vuestra amistad.
Suryan y Luan tardaron un tiempo en reaccionar, eran inseparables desde pequeñas y, aunque tenían sus roces, nunca habían discutido fuerte. Sin embargo, ahora el miedo de perderse la una a la otra era inevitable.
−Os dejamos a solas un segundo, creo que tenéis que asimilar algunas cosas
Los 3 sabios se fueron, pero tanto Scott como Gerald, antes de irse, cruzaron sus miradas con la de Suryan.
−Luan, ¿qué hacemos aquí? ¿qué acaba de pasar? ¿vamos a perdernos? ¿crees que mamá y papá eran magos y por eso murieron?
−Suryan, calma−le cogió la mano a su hermana−no vamos a perdernos, ni ahora ni nunca, te lo juro. Sobre mamá y papá, no lo sé, tenían que ser magos, si no nosotras no lo seríamos…
−Tienes razón, pero… ¡Espera! ¡los orbes! – Suryan sacó su orbe verde y Luan su orbe rojo
Los 3 sabios, al escuchar los gritos de las hermanas, bajaron corriendo, Gerald fue el primero, apareció con cara de susto, pero cuando las vio reírse, se recompuso.
− ¡¿Qué pasa?!
−Emm, nada, ayer encontramos estos orbes en nuestra casa y tenían nuestro nombre, ¿qué son?
Los sabios suspiraron de alivio
−Eso son familiares
−¿Familiares?
−Sí, son seres que os acompañarán por el resto de vuestra vida y os protegen de algunos errores, solo tenéis que tirar el orbe hacia arriba y ellos solos aparecerán
Las hermanas lanzaron a la vez los orbes, del orbe rojo salió un fénix precioso y del verde un conejito con nariz de hoja.
−¡Wow! −consiguió decir Luan
−¡Qué mono eres por favor! – gritó Suryan de la emoción. Gerald, al ver la emoción de Suryan, no pudo evitar sonreír un poco.
−Normalmente, los familiares suelen representar la personalidad de su humano, no os conocemos mucho, pero creo que son bastante acordes a vosotras −Scott guiñó un ojo a Suryan quien se puso colorada y Sarah sonrió a Luan, quien le devolvió la sonrisa.
−Te voy a llamar Combustión− dijo Luan acariciando al fénix y sorprendentemente no se quemó− ¿Cómo? ¿Por qué no me he quemado?
−Los familiares no pueden haceros daño−dijo Sarah entre risas
Luan se sonrojó un poco al ver a Sarah reírse.
−Yo le voy a llamar Linnea− dijo Suryan muy emocionada
−Es un nombre muy bonito− Scott acarició al familiar de Suryan.
−¿Vosotros tenéis familiares? −preguntó Luan con curiosidad por ver el familiar de Sarah
−Todos tenemos uno
Los 3 sabios llamaron a sus familiares. Suryan y Luan quedaron asombradas con lo que estaban viendo. Scott tenía razón, cada familiar representa la personalidad de su humano.
−¡Que bonitos son todos! −Suryan se volvió a emocionar y abrazó a Linnea− ¿Cuántos se pueden tener?
−Solo puedes tener uno, sin embargo, puedes negarte a tener un familiar y vincularte con otro ser vivo, siempre y cuando no sea otro sim, por ejemplo, puedes tener un perro como tu familiar
−¿Y los familiares son inmortales?
−No−intervino Gerald en un tono serio, era la primera vez que hablaba desde que se presentó y las hermanas se quedaron un poco asustadas−Los familiares mueren cuando tú mueres, lo que pasa es que ellos no sufren, no se puede infligir dolor a un familiar, sea un ser mágico o sea un perro
Suryan se quedó mirándolo embobada, definitivamente había sentido un flechazo por Gerald, aunque…
−Bueno, los familiares no mueren, se convierten en estrellas y cuando un mago resucita a otro mago, este vuelve a la “vida” para seguir acompañando a su humano en su nueva vida
También había sentido un flechazo por Scott. Suryan está llena de emociones ahora mismo.
Sin darse cuenta, se había hecho de noche y las hermanas tenían que volver a casa.
−Es hora de irse Suryan−Luan miró a Sarah y la sonrió
−Nos vemos pronto chicos, gracias−Suryan sonrió y se dispuso a ir hacia el portal
−Hasta otro día−Luan siguió a su hermana hacia el portal y ambas volvieron a casa.
Sarah y Scott se quedaron un poco preocupados, por lo que llamaron a Gerald y decidieron tener una charla.
−¿Son las hijas de Alatar y Gwen?
−Sí Scott, son ellas, no podemos preguntarlas ni podemos decirlas nada de lo que pasó con sus padres, se lo prometimos… −Sarah miró hacia el suelo triste, echaba mucho de menos a sus amigos y sentía mucha pena por las dos chicas que acababa de conocer
−En algún momento tendrán que saber la verdad, o lo decimos nosotros o lo descubren ellas solas
−Gerald, ni se te ocurra decirle nada a las chicas, acaban de perder a sus padres, no podemos permitir que sepan lo que les ha pasado de verdad−Scott se acercó a Gerald lleno de rabia−¿quieres que sepan que una maldición mató a sus padres y que por eso ellas no pueden compartir estas cosas con ellos? ¿Qué por culpa de esa maldición están condenadas a estar solas para siempre sin amigos ni pareja? ¿quieres que se enteren de que tú mataste a sus padres?
Gerald agarró del cuello a Scott, siempre había sido el más fuerte de los 3.
−Yo no maté a nadie, se mataron ellos solos por discutir, yo quería a Alatar y Gwen tanto como tú, ¡era mi mejor amigo! −Gerald empujó a Scott
−¡Ya basta! – Sarah sujetó a Scott para que no se cayera al suelo− No sabemos quién provocó la muerte de Alatar y Gwen, pero ahora mismo tenemos a sus hijas viviendo en nuestro reino y les prometimos que las íbamos a proteger frente a todo y que nunca las diríamos nada a menos que ellas preguntaran−dijo Sarah enfadada
−¡Han preguntado si podían resucitar a sus padres y las habéis dicho que no! Os habéis inventado que solo un mago poderoso puede revivir a otro−Gerald, que estaba muy enfadado dio un puñetazo a la pared
− ¡Es la verdad! No todos pueden revivir a otro mago, si fuera así, ¿porqué no los has revivido tú? −Scott se quedó mirando a Gerald fijamente, quien se giró y se quedó a milímetros de la cara de Scott, pero no dijo nada, se fue dando un portazo tras de sí.
−Fue él Sarah, estoy seguro
−Scott, a mí tampoco me cae bien, pero no podemos culparle de algo tan grave, antes éramos amigos.
Ay madre!! Las chicas tendran subido sabiendo q pueden resucitar a sus padres!! 😱 Y siempre. Pasa me pasa me gusta el malote Gerald😍😍