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Foto del escritorSara Simmer

Capítulo 7: Empieza el peligro

Después del día que pasaron ayer, Suryan y Luan habían decidido volver al Reino Mágico, seguían sin hablarse y ni siquiera se habían contado lo bien que lo pasaron el día anterior, pero ambas sabían que tenían que volver, tenían que seguir entrenando porque, a pesar de todo, su meta en estos momentos de sus vidas es revivir a sus padres.

Luan fue la primera en llegar al Reino Mágico y fue directa a la plaza a comprar materiales para su entrenamiento ya que necesitaba algunos libros y algún que otro ingrediente para algunas pociones porque, aunque ella fuera a dedicarse a la magia indómita, también necesitaba aprender a hacer pociones como su hermana.

En los puestos había escuchado hablar a un grupo de chicos sobre unas escobas nuevas que habían salido al mercado, según ellos, eran más rápidas y más bonitas, así que Luan se acercó al puesto dispuesta a comprarse una escoba nueva. La verdad es que estaba un poco cansada de ir andando a todas partes y eso de usar los portales para desplazarse la mareaba un poco.

Luan se compró una escoba preciosa, escoba cohete la llamaban, pero ella la iba a llamar Spirit.

−Bueno, pues ahora toca probarla ¿no? −Luan miró la escoba bastante extrañada, no sabía muy bien cómo se utilizaba, pero gracias a todas las pelis que había visto sobre brujas y brujos, sabía que tenía que subirse encima y decir algún tipo de palabra mágica− ¡Elevatio! ¡Arriba! ¡Up! ¡Naik! −Después de muchos intentos, Luan estaba desesperada porque no sabía como hacer que su maldita escoba nueva se elevara así que se bajó de ella, la dejó apoyada en un banco y se sentó− Maldita escoba voladora…. – Luan miró con recelo la escoba− se supone que tienes que volar, no dejarme aquí tirada como una simple humana

En ese momento, Suryan llegó a la plaza, a pesar de que no ha querido saber nada del Reino Mágico en los últimos dos meses, no ha podido evitar ojear algún que otro libro que tenían sus padres en la sala secreta.

−Se dice Supra

Luan estaba mirando al suelo y no se dio cuenta de que su hermana estaba enfrente y tampoco escuchó lo que le había dicho.

−Ah hola Suryan… ¿Qué haces aquí?

−Yo también estudio y entreno aquí ¿recuerdas? ¿Qué pasa? La escoba no te hace caso o que

−No sé, esta escoba debe estar estropeada o algo, no me hace caso y tampoco sé que tengo que decir para que se eleve… He probado todas las palabras que me sé de las películas que he visto

Suryan no pudo evitar reírse del comentario de su hermana, eran bastante frikis las dos, pero nunca había imaginado que su hermana utilizaría algo de las películas en la vida real.

−Suryan, no tiene gracia, me he gastado el dinero para nada

−Perdón, pero es que esto es la vida real Luan

Suryan se sentó al lado de su hermana para poder hablar mejor, era la primera vez que mantenían una conversación desde que leyeron el libro y ambas estaban un poco nerviosas

−Ya sé que esto es la vida real, pero joder, hasta antes de venir aquí ninguna de las dos sabíamos de la existencia de la magia y ahora míranos, sentadas en un banco de una isla mágica que flota, con varitas, animalitos mágicos y poderes. Parece que hemos entrado a Harry Potter

−Bueno, tienes razón, pero aun así, las palabras de las pelis nunca han funcionado en la vida real.

−Vale pues a ver listilla, ¿cómo se hace?

Suryan sacó su escoba

−¿Tú ya tenías una?

−Sí, la compré la última vez que vinimos

Luan se molestó un poco, su hermana se había comprado una escoba y no se lo había dicho. Al parecer la maldición estaba empezando a hacer efecto en ellas.

−Bueno pues enséñame como se hace

Suryan se subió a la escoba y pronunció una palabra que a Luan no se le había ocurrido.

−¡Supra! – y acto seguido, Suryan se elevó unos cuantos metros sobre el cielo

−¿Dónde has aprendido esa palabra?

−En los libros de mamá y papá

Luan hizo lo mismo que su hermana y después de unos segundos ella también estaba volando.

−¿Y ahora qué? ¿Cómo indico la dirección?

−Pues con el cuerpo boba, ahora sí que es como en las clases de vuelo de la señorita Hooch−Suryan se echó hacia adelante y voló en dirección al palacio, su hermana la seguía detrás

−¿Y ahora como bajamos?

−Pues diciendo la palabra contraria, pero la verdad es que no he practicado mucho el aterrizaje−Suryan sonrió avergonzada y pronunció la palabra Sub para bajar, pero ni a ella ni a Luan les salió como esperaban.

Después de levantarse, Luan se despidió de su hermana y bajó con Scott, le tocaba un poco de entrenamiento indómito y él era el sabio de dicha magia.

−Hola Scott, ¿qué tal?

−Hola, ¿bien y tú? ¿lo pasaste bien ayer con Sarah?

Luan se sonrojó al recordar lo que había pasado la noche anterior−Sí, lo pasamos muy bien, aunque Sarah, por muy hechicera super poderosa que sea, es una cagona

−¡Oye! Qué tú también te asuste un montón

Sarah apareció por detrás de Luan y la revolvió el pelo

−Hola guapa, ¿qué haces aquí? No me toca entrenar contigo hasta dentro de un buen rato

−Estoy buscando a tu hermana, no la encuentro

−Qué raro… Seguro que se habrá ido a explorar por ahí, no te preocupes, vuelve en un rato, siempre hace igual

−¿Segura que no es preocupante? No quiero que os pase nada

− Te lo prometo, conozco a mi hermana y siempre está desapareciendo. Es demasiado curiosa

Luan cogió de la mano a Sarah, estaba viendo la preocupación en sus ojos y eso la estaba enamorando más aún

−Veo que entre vosotras dos pasó algo más que muchas películas de miedo −Scott se rio, sabía perfectamente lo que había pasado

−Esto…

−Tranquila Luan, no diré nada, pero por favor, tened cuidado ¿vale?

−Vale vale, que pesado joe. Sé lo que me hago Scott

−Ya lo sé Sarah, pero recuerda que no estás tú sola

−Bueno, ¿empezamos el entrenamiento Scott? – Luan se estaba empezando a incomodar bastante

−Bueno chicos, yo me voy. Si veis a Suryan decidle que la he estado buscando− Sarah se despidió dándole un beso en la mejilla a Luan y chocando los puños con Scott.

−¿No era que no podíais tener relación?

−Y así es, pero al final somos sabios de la magia, pasamos muchísimas horas juntos y para mí Sarah es como una hermana. Antes si que teníamos muchos roces, pero de aquí a un tiempo parece que la cosa se ha calmado y que la maldición está un poco más tranquila, de hecho, muchos magos están volviendo a hacer amigos y los niños ahora pueden jugar sin querer pegarse

−Que suerte… Suryan y yo casi no nos hablamos desde que leímos el libro…

Scott se preocupó bastante pero no quería que Luan le diera más vueltas así que optó por ignorarlo y empezar el entrenamiento.

Mientras tanto, Luan tenía razón, Suryan se había ido a explorar el Reino Mágico y había descubierto un lugar precioso, era como una especie de invernadero con una cascada preciosa y un estanque pequeño lleno de peces.

Se puso a ver las plantas y se le fue la noción del tiempo, hasta que de repente una voz masculina irrumpió sus pensamientos.

−¿Qué haces aquí?

Suryan casi se cae al agua, pero Gerald fue más rápido que ella, la cogió de la mano y la atrajo hacia él, dejando escasos centímetros entre ellos

−Es… Esto…

−Es peligroso que estés aquí Suryan−Gerald se separó y se dispuso a entrar en el invernadero

−¿Y tú que haces aquí? Si tan peligroso…−Suryan siguió a Gerald al invernadero, pero al entrar se quedó sin palabras hasta pasados unos segundos, cuando lo máximo que pudo decir fue− Wow

−Vuelvo a repetir, ¿qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar entrenando?

−¿Cómo lo sabes? Tú ni siquiera te has molestado en aparecer desde el día que nos conocimos

−¿Es que acaso querías verme?

Suryan no supo que responderle, en realidad Gerald tenía razón, Suryan quería verle, quería que él la entrenara y estaba un poco molesta con él por no haberse presentado en ningún momento desde que se conocieron. Después de esa pregunta, Gerald salió del invernadero, Suryan no podía estar ahí y sabía que si se lo pedía no se iba a ir pero si él salía, ella le seguiría

−No me has respondido, ¿qué haces aquí?

−He venido a investigar, este sitio es precioso. Quería ver si podía coger algo para las pociones

−Pues siento decirte que aquí no puedes estar, este sitio es peligroso y no se puede venir aquí, así como así

− ¿Entonces por qué hay un portal que te trae directamente aquí?

Gerald se quedó callado un segundo y se dio la vuelta para no mirar a Suryan. No sabía por qué, pero estar cerca de ella le volvía débil.

−Se supone que ese portal no se puede atravesar

−También se puede llegar volando

−Deja de hacerte la listilla, este sitio está protegido por una cúpula mágica, solo los sabios pueden cruzarla y solo nosotros podemos atravesar el portal

−Pues resulta que ahora soy una de los vuestros−Suryan sonrió con superioridad, estaba desmontando a Gerald como un puzle y eso le agradaba

Gerald se giró y se acercó a Suryan, quedando, otra vez, a pocos centímetros de su cara.

−No se te ocurre venir aquí Suryan, te lo digo en serio

−¿O qué? ¿Qué tiene este sitio que no tengan los demás? ¿Qué tiene este portal que no tenga el resto?

−¿Quieres saber porqué no puedes estar aquí?

−¡Sí! Déjate ya de preguntas y de tanto misterio, no te sale bien hacerte el chungo

Gerald la miró por un segundo, estaba intentando transmitirla rabia, quería asustarla para que se fuera, pero no podía. Definitivamente, Suryan tenía un poder especial sobre Gerald.

−¡Porque este es el centro de la maldición! ¡Aquí murieron tus padres y a ti no te puede pasar eso! ¿¡ME ENTIENDES!? ¡NI SE TE OCURRA VOLVER A PISAR ESTE LUGAR NUNCA!

A Suryan se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas.

−Suryan… no quería…

−¿!No querías qué?! ¿Hacerme llorar? ¿Gritarme? ¿Qué no querías Gerald? Ahora no te hagas el caballero pidiendo perdón, no se te da bien el papel de chico malo, pero tampoco el de caballero.

Suryan lo miró a los ojos, llena de ira y de tristeza a la vez. Sabía que lo que Gerald iba a decirle iba a ser algo serio, pero no se esperaba que justo ahí, en ese lugar tan precioso, sus padres entraran en una lucha fatídica. Después de unos segundos, Suryan decidió que era hora de irse, no quería estar con Gerald y tampoco quería estar en el Reino Mágico.

−¡Suryan espera! −Gerald echó a correr detrás de ella, pero ya era demasiado tarde, Suryan había atravesado el portal para ir al palacio.

−¡MIERDA! −Gerald le dio un puñetazo a la pared del invernadero que, al ser de cristal, se rompió en pedazos y estos se clavaron en la piel de Gerald, pero él no era capaz de sentir dolor.

Mientras Suryan estaba con Gerald, Luan seguía entrenando, pero esta vez con Sarah

−Oye guapa, ¿quieres que paremos ya y descansamos? – Sarah se acercó a darle besos en el cuello a Luan

−Sarah… Sabes que tengo que entrenar… Para… −Luan no podía evitar morderse los labios así que se giró y besó a Sarah

Se querían mucho y no iban a dejar que una simple maldición acabara con ellas. Lo que no sabían es que la maldición ya no afectaba al Reino Mágico, si no a las hermanas.

Después de varios minutos besándose, Sarah recordó una cosa.

−Oye, ¿viste al final a Suryan?

−¿Cómo? ¿No fue al entrenamiento?

−No que yo sepa, estuve esperándola toda la mañana, pero no apareció por la clase

−Qué raro… Suele desaparecer, pero siempre acaba volviendo a la media hora…−Luan empezaba a preocuparse, no había hablado con su hermana en mucho tiempo y estaba bastante preocupada y Sarah lo notó

−Ey− Sarah cogió la cara de Luan con las manos− Ve a casa y búscala allí, Scott y yo miramos aquí y si la encontramos te aviso

−Vale… Sí, creo que va a ser lo mejor−Luan besó a Sarah y se fue corriendo a casa

Cuando se fue Luan, Scott fue corriendo con Sarah, tenía que contarle una cosa y no podía esperar

−Ey Scott que pasa, tranquilo, coge aire

−Ge…Gerald y… Sur…Suryan−Scott era uno de los mejores hechiceros, pero el deporte definitivamente no era lo suyo

−¿Qué pasa Scott?

Tras coger aire y conseguir calmarse, le explica todo a Sarah

−Vale a ver, por donde empiezo

−Por el principio, gracias

−Vale, no sé si lo has notado, pero al parecer la maldición está menguando y que ya la gente está empezando a tener relaciones, ¿no?

−Sí, pero eso no tiene nada de malo ¿no?

−No para nosotros, pero, según me ha dicho Luan, desde que leyeron el libro, ni ella ni Suryan se hablan y al parecer cuando lo hacen es muy tenso todo

Sarah no dijo nada, se estaba empezando a poner muy blanca, no quería que Suryan y Luan tuvieran el mismo final que sus padres

−Yo no le he dicho nada a Luan

−Has hecho bien, tenemos que ver como se lo decimos a las dos

−Vale, pero es que el problema no está solo ahí

−¿Qué mas hay Scott? ¿Se acaba el Reino Mágico?

−No, pero casi. Después de la clase con Luan, me fui a buscar a Suryan y la encontré en el invernadero, con Gerald

−¿!Cómo?! Se supone que ahí solo podemos ir nosotros

−Pues al parecer Suryan puede y por consecuencia, Luan también, pero no solo eso, he oído como Gerald le contaba a Suryan que el invernadero era el centro de la maldición y que allí murieron sus padres

Sarah se quedó sin palabras, Gerald estaba incumpliendo el juramento que le hizo a su mejor amigo.

−Sarah, tenemos que advertirlas sobre Gerald, me da miedo que Suryan se acerque demasiado a él− En parte era miedo y en parte eran celos, Scott estaba enamorado de Suryan y no quería que Gerald se interpusiera en medio

−Scott, no podemos acusar a Gerald de nada, no sabemos si él lanzó la maldición o no…

−¿Y qué hacemos Sarah? ¿Las dejamos a su bola y que acaben como sus padres?

−No, pero haremos como hemos hecho estos dos meses, observarlas de lejos y cuidarlas

−Sarah, yo no puedo quedar en la distancia viendo como Suryan se pone en peligro…

−Vale, pues iré yo a su casa y veré si me puedo quedar con ellas un tiempo, tú vigila a Gerald

Scott y Sarah acordaron no hablar, de momento, con las hermanas sobre el tema. Sarah se iba a ir a vivir a casa de Luan y Suryan para protegerlas y Scott se iba a encargar de Gerald.

Mientras tanto, en casa de las hermanas Firefly, la maldición iba creciendo poco a poco.

Era verdad, Suryan no tenía ganas de hablar con nadie, después de lo que le había dicho Gerald, estaba más desanimada que nunca

− ¿Cómo que no quieres hablar Suryan? Llevas desaparecida todo el día. Tenías a Sarah y Scott muy preocupados

−Luan, he estado en el Reino Mágico, no me he movido de allí

Suryan se fue a la cama y Luan se quedó un rato en el sofá, pensando en su hermana. No sabía lo que estaba pasando, pero se estaban distanciando poco a poco.


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1 коментар


ysi fer
ysi fer
04 лип. 2021 р.

Ay madre la dichosa maldicion. No hay nada q puedan hacer? jo😞Gerald sigue gustandome un monton que le hago🤭🤭 ese momento invernadero Omg!!!. Y el nombre de la escoba. Spirit me encanto❤️❤️😋 le. Queda ni que pintao

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